¿Cómo saber si necesito una Radiofrecuencia Corporal Tripolar?
¿Cómo saber si necesito una Radiofrecuencia Corporal Tripolar?
A medida que envejecemos, una de las reacciones más típicas (y naturales) es la pérdida del tono muscular. Las mujeres lo notamos sobre todo en la cara interna del brazo, dónde la relajación de este músculo se hace más evidente que en otras partes.
Para poner remedio a este problema, podemos utilizar un método que nos va a ayudar a conseguir un cuerpo tonificado y fresco. Se trata de la radiofrecuencia, una alternativa terapéutica para la celulitis y la flacidez tanto corporal como facial.
El término radiofrecuencia se aplica a las ondas electromagnéticas que tienen una frecuencia entre 3kHz y unos 300 GHz. Se utilizan comúnmente en sistemas de radio comunicación (ondas de radio, FM) en microondas para uso doméstico, así como en el campo médico.
Este tratamiento corporal no invasivo consiste en aplicar energía a través de la superficie de la dermis provocando un calentamiento profundo y controlado de la piel y el tejido subcutáneo. Se utilizan dos tipos de radiofrecuencia utilizados simultáneamente: la Bipolar, que provoca un calentamiento superficial de la piel, y la Monopolar o Unipolar, que produce un calentamiento en las capas más profundas de la dermis.
Esta combinación de radiofrecuencias en un solo equipo actúan sobre el tejido adiposo a diferentes profundidades, haciendo que el método sea más eficaz. La Radiofrecuencia Tripolar también puede aplicarse sobre el rostro.
El equipo de radiofrecuencia tripolar está formado por un mango que envía el calor pero que no quema. Este mango se coloca sobre el área a tratar durante unos 20-30 minutos. El procedimiento no necesita anestesia y es indoloro.. El paciente siente el calor que fluye desde el interior hacia el exterior del tejido.
El efecto inmediato de la aplicación de la radiofrecuencia es la retracción del colágeno y la elastina (proteínas que dan sustento a la piel) con la formación de nuevas fibras que sustituyes las envejecidas, rejuveneciendo y tensando la piel. Se consigue una piel más tersa, una evidente reducción de las arrugas y mejora de la flacidez, debido a esta estimulación que genera una mayor producción de colágeno.
La tensión del tejido se aprecia de forma gradual y progresiva. Los resultados perduran en el tiempo siendo igualmente recomendable un mantenimiento.
Si quieres tratar la flacidez facial y corporal, sobretodo en rostro, cuello, abdomen, glúteos, muslos y parte interna de los brazos, este es el método ideal. Se puede combinar con la ultra cavitación para reafirmar el tejido y reducir volumen a la vez.
Nuestros profesionales te asesorarán sobre el tratamiento ideal para ti, no dudes en venir a nuestro salón para informarte.
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